Ornela Fabani y Nicolas Alesso escribieron para Revista FAL sobre el proyecto kurdo de una nación independiente a 100 años de la firma del Tratado de Sevrés.
“Lejos de las promesas que quedaron plasmadas en Sèvres vemos que el pueblo kurdo se ha visto fragmentado convirtiéndose en el mayor pueblo del mundo sin un Estado propio“
“La realidad del Kurdistán iraquí ayuda a entender la realidad de Irak. En este sentido, la constante lucha del Estado nacional con una región subnacional por mayor injerencia en la toma de ciertas decisiones, las regalías de los hidrocarburos e, incluso, por el gobierno en zonas disputadas demuestra que existen dos centros de poder (a los que se suman las intervenciones de Estados Unidos, Irán y Turquía) en un Estado que aún no termina de reconstruirse tras la invasión estadounidense de 2003.”
“Más allá del empoderamiento al que se hizo referencia es menester destacar que los vínculos políticos entre regiones kurdas suelen ser escasos, o bien suelen caracterizarse por las rispideces entre las mismas”
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